lunes, 4 de mayo de 2015

Introducción (Diego Sáiz)

Las mamas de una mujer se componen de tejido adiposo, tejido conjuntivo y tejido epitelial glandular o lóbulos. Estos lóbulos son glándulas mamarias donde se produce la leche materna. Están conectados al pezón por una red de conductos.

Debajo de la piel, un área del tejido mamario se extiende hacia la axila. La llamada cola de Spence, cola axilar o proceso axilar. Las axilas contienen una colección de ganglios linfáticos, que son parte del sistema linfático. También hay ganglios linfáticos justo al lado del esternón y detrás de las clavículas. Estos drenan los tejidos del seno y se ven afectados en enfermedades de la mama y en enfermedades inflamatorias.




El cáncer de mama es una proliferación maligna de las células epiteliales que forman parte de los
conductos o lobulillos de la mama. Existen otros tipos de cánceres raros en la mama, como sarcomas y linfomas, pero los más habituales son los cánceres epiteliales.

El cáncer de mama es una enfermedad clonal; una célula individual transformada (el producto de una serie de mutaciones somáticas [adquiridas] o de línea germinal) acaba por alcanzar la capacidad para expresar su potencial maligno completo. En consecuencia, el cáncer de mama puede existir por un periodo largo como enfermedad no invasora o una enfermedad invasora pero no metastásica. La mayoría de los casos de cáncer de mama son invasivos.

Bibliografía:

Harrison principios de medicina interna, 18ª edición

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